Revelan la razón tras el divorcio de Chris Pratt y Anna Faris

Muchos culparon a Jennifer Lawrence, que en realidad no tuvo nada que ver.

Eran la pareja perfecta en Hollywood. Llevaban 8 años de matrimonio, tenían un hermoso hijo juntos, se besaban cada vez que posaban en las alfombras rojas, y bromeaban constantemente ya que los dos tienen un sentido del humor muy especial.

Sin embargo, eso no fue suficiente, y ante los incrédulos ojos de sus fans, la pareja anunció que estaba oficialmente preparando su divorcio. Las especulaciones no tardaron, y muchos rumores apuntaban a Jennifer Lawrence, coprotagonista de Pratt en la película “Passengers”.

Pero la pobre JLaw – que está feliz en una relación con el director Darren Aronofsky – no tuvo nada que ver. Así lo asegura TMZ, que consultó a fuentes cercanas a la pareja que explicaron que lo que en realidad había pasado tenía que ver con visiones distintas de futuro, y no falta de amor o terceras personas involucradas.

“Anna quería una familia tradicional, que estuviera junta la mayor parte del tiempo. Ella quería establecerse en Los Angeles, y tener más hijos”, explicó este informante, quien agregó que Pratt por su parte, estaba pasando por procesos distintos que lo hacían no coincidir con su mujer.

“Cuando se casó con Anna en 2009, ella era mucho más exitosa que él. Él ahora está en el escalón más alto de la cadena alimenticia Hollywood, y con eso llegan oportunidades que lo llevan a viajar por todo el mundo, grabando películas que lo alejan de casa por meses”, explican.

Por eso, no quiere tener más hijos en un futuro cercano al menos, y ha tenido problemas conciliando el éxito con la vida familiar. “No puede maniobrar una familia creciendo con su carrera. No puede estar acorralado en un lugar, aunque sea L.A., porque no es la forma en la que la industria del cine funciona”, cuentan.

Esto habría pasado la cuenta a esta relación  y habría terminado con este anuncio de separación legal, que muy pronto se convertirá en divorcio.