Sicólogo analiza el perfil “gordofóbico” de Nicolás López
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Este concepto se entiende como el rechazo estético hacia las personas con sobrepeso.
¿Por qué Nicolás López menoscaba a la gente con sobrepeso? Es la pregunta que surge en paralelo a las denuncias que recibió el cineasta por acoso y abuso sexual por parte de ocho mujeres en el reportaje de la revista “Sábado” de El Mercurio.
Los comentarios del ex socio de la hoy extinta productora “Sobras” ya no pasan desapercibidos para nadie. Precisamente, sus constantes ataques hacia las mujeres con sobrepeso. En 2011 este tema parecía no alarmar a muchos, pues de manera pública el director de cine se burlaba de ellas.
Pero antes de proceder a analizar las actitudes del cineasta primero es importante recordar su incansable lucha por bajar de peso. En 2014, Nicolás llegó a pesar 109 kilos, situación que le significó arrastrar un sinfín de problemas de salud que lo motivaron a hacer dieta para luego realizarse una manga gástrica.
A este antecedente, es imposible no sumar el bullying que sufrió durante su etapa escolar. Según relató a Sábado un ex compañero, él intentó oprimir esto sumándose al bando de los atacadores.
Pero, ¿De dónde viene este rechazo hacia las personas con sobrepeso? Esta actitud no nace de la noche a la mañana y tiene detrás varios procesos sicológicos que Edmundo Campusano, sicólogo de la Universidad Mayor, nos explica.
Todas estas situaciones, para muchos, califican a López como “gordofóbico”, vale decir una persona que rechaza o tiene fobia a quienes tengan kilos de más. No obstante, este término, que cada vez toma más fuerza en redes sociales, no es un concepto en sí que se maneje en la sicología, aclara Campusano.
Entonces, ¿Cómo podemos entender su actitud?
“Hay una serie de elementos que van configurando la identidad, es por esto que una persona puede que se opere y modifique su cuerpo pero no necesariamente cambiará la percepción de sí mismo”, explica. Y es que aunque el director de cine se haya practicado una cirugía plástica su mente sigue siendo la misma, precisamente la que que tenía cuando se preocupaba por su apariencia física.
“La imagen que ha tenido en su cabeza de sí mismo por varios años, la manera en la que se comporta, la manera en que piensa, la manera en la que se relaciona son las cosas más difíciles de modificar”, añade.
Es por esto mismo que su rechazo hacia las personas gordas se traduce o puede entenderse como un mecanismo de defensa pero también, desde su actual delgadez, como una actitud de superioridad frente a lo que él considera débil ahora.
“Puede ser una reacción para reafirmar su nueva identidad pero también intervienen otros factores actuales y tiene que ver con las redes sociales. Un lugar donde las personas creen tener el derecho para decir a otros los que les plazca”, afirma.
“Hay algunas personas que cuando se sienten con ciertos grados de poder, entendiéndolo como el poder de pensar ‘mi voz es más escuchada’, menoscaban. El creer que 'mi opinión es más valida' puede repercutir en esta postura de menospreciar al otro”, concluye el especialista.