“Leaving Neverland”: Superfanáticos de Michael Jackson lo defienden a morir
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Hay quienes no creen en el testimonio de los denunciantes y reafirman su apoyo incondicional al 'Rey del Pop'.
La emisión de un documental sobre nuevas acusaciones de pedofilia contra Michael Jackson puede haber dejado incómoda a buena parte de sus admiradores, pero para sus rabiosos superfanáticos, lo único que importa es proteger su legado de tal afrenta.
Cuando las celebridades enfrentan acusaciones de delitos graves, como es el caso de Jackson, aumenta la necesidad de rechazar los argumentos, asegura la psiquiatra Sue Varma.
El fenómeno se deriva de una "necesidad de tener un escape, una fantasía, alguien como quien aspirar a ser", sostiene.
"Es una forma de negación (…) Son superhumanos y queremos, o más bien necesitamos, creer que no pueden hacer nada malo", indica Varma.
Los fanáticos actuaron en piña en Twitter mientras se emitía el perturbador documental "Leaving Neverland", y se apropiaron del hashtag homónimo para difamar a los acusadores de Jackson en la cinta, Wade Robson y James Safechuck, y al mismo tiempo defender a su ídolo bajo la etiqueta #MJInnocent (Michael Jackson inocente).
"Deberían avergonzarse por arrastrar a un hombre inocente", escribió una usuaria de Twitter, agregando que Robson y Safechuck estaban "hambrientos de dinero".
"Cuanto más veo este documental de #FindingNeverland, más me enojo", escribió otro.
El director del documental, Dan Reed, dijo a AFP que ha estado recibiendo virulentos mensajes de los fanáticos de Jackson desde hace meses. "Tienen una devoción ciega hacia él. Es casi como si fuera un culto religioso”, dijo
- "Fanatismo tóxico" -
El superfanatismo, un fenómeno que define la relación con una persona, un objeto o una ideología que a menudo se convierte en obsesión, no es nada nuevo, sostiene el investigador de medios Paul Booth, de la Universidad DePaul de Chicago, pero las redes sociales han aumentado su visibilidad.
"Los fanáticos siempre han tenido desacuerdos y rivalidades", dijo Booth, "pero la diferencia hoy en día es que las personas que no son fanáticas tienen fácilmente acceso para verlo".
Internet permite la entrada en "comunidades de fans", lo que aumenta los sentimientos de identificación y la necesidad de defender.
"Cuando nuestro objeto de fanatismo, al que tanto hemos asociado con quienes somos nosotros mismos, es acusado de algo atroz, de alguna manera queremos negarlo porque parece proyectarse en nosotros como personas", dice Booth.
Hoy, agrega, "no es suficiente defenderse", pues el discurso en las redes sociales ofrece una plataforma para "contraatacar".
"La mejor defensa es una buena ofensiva" para muchos superfans, estima Booth, calificando esta actitud como "la base de un fanático tóxico".