El “susto” que pasó Gisela Molinero durante sus vacaciones
- Por: Eduardo Aguilera
La ex modelo disfrutó con una particular playa en Puerto Rico.
Llamó la atención. Gisela Molinero pasó “susto” durante sus vacaciones en familia. En conversación con el diario “Las últimas noticias”, la ex figura televisiva habló acerca de una particular situación que vivió en la isla de San Martín, ubicada al este de Puerto Rico, donde llegó gracias a un crucero por el Caribe.
“Conocíamos esa playa porque es famosa. Siempre la veía en imágenes y queríamos ir porque era uno de los destinos del crucero y nunca habíamos ido, así que nos fuimos de una a esa playa”, contó la ex modelo argentina, quien está casada hace casi 10 años con el ex futbolista chileno Patricio Galaz.
Lo característico de esa playa es que muy cerca de ella se encuentra el aeropuerto Princess Juliana, por lo que los aviones pasan a pocos metros de los veraneantes. Incluso, cuando van a despegar, las turbinas llegan a volar toallas y hasta a algunas personas. Se trata de una experiencia que Gisela Molinero quiso vivir.
“Fue maravilloso…Lo más emocionante era cuando los aviones despegaban. Yo pensaba ‘si me caigo, me caigo en la arena o me voy al agua’ y las turbinas me tiraron al suelo. Eso lo sentí impactante, fue readrenalínico porque no sabes que es tanta potencia”, recordó Molinero, cuya reacción fue grabada por su marido. “Caí de rodillas porque si no hacía eso me tiraba, me caí antes de que me botara, fue muy chistoso”, destacó.
Gisela reveló que “mucha gente arrancó y quedamos poquitos, los valientes, es que eso era sólo para valientes…O los locos. Yo decía en el video ‘sobrevivimos’ porque todos estábamos en las mismas. Mi mamá, que está recién operada de la cadera, no pudo estar ahí, no podía, estaba como a 100 metros, lo vio de lejos”.
El temor de Gisela Molinero
En la entrevista con LUN, la actriz aclaró que no tuvo problemas con su traje de baño durante los despegues. “Estaba probado, bien ajustado y chequeado, bien firme para que no pasara nada bochornoso”, indicó, agregando que llegó a sentir temor por la cercanía de los aviones durante su paso por esa playa.
“Nunca sentí un avión tan cerquita. Las ruedas pasan casi por tu cabeza, no sé cuántos metros habrá, es difícil captar el momento porque pasa muy rápido y aparte te asustás. Al principio nos asustamos, pero después dijimos: ‘No nos pasó por la cabeza’ y nos relajamos, pero al principio eran gritos, nos agachábamos, es bien intenso y muy divertido también”, reconoció Gisela Molinero, quien también está acompañada en su viaje por tres amigas, además de su pareja y su progenitora.