Publicidad
Noticias

Gonzalo Egas se emociona al recordar a su madre: "Nunca dejé de tener rabia"

  • Por: Nicolás Barriga
Compartir

El exchico reality reflexionó en un nuevo capítulo de "Socios de la parrilla".

Publicidad

El pasado fin de semana se vivió un nuevo capítulo de “Socios de la parrilla”. Pancho Saavedra, Jorge Zabaleta y Pedro Ruminot invitaron a dos íconos de este género: Arturo Longton y Gonzalo Egas.

Sentados en el living de los “Socios”, Gonzalo Egas recordó a su madre, fallecida el año 2020, a quien vio cuando le mostraron la gran final de “La granja”. “Ella tuvo una enfermedad bien compleja y de muchos años, tuvo un cáncer pulmonar, porque fumó toda su vida. De hecho, dejó de fumar al final, cuando se rompe la cadera y ya no puede adquirir lo cigarros”

Posteriormente, aseguró que “el verla ahí, hace tantos años, eso fue el 2005, me emocioné. Se fue en la pandemia y fue curioso, porque ella necesitaba permanente ayuda y la sacamos de la casa para llevarla a una clínica para cuidarla del Covid, y en la clínica se contagia y muere”

El ex chico reality reveló que es el menor de cuatro hermanos, por lo que fue muy regalón de su mamá, sin embargo, “al final tuvimos unas diferencias relacionadas al cigarro, porque mi mamá nunca dejó de fumar y a mí eso me dolió muchísimo. Desde chico, desde siempre, nunca entendí que no lo dejara”.

 

Gonzalo Egas recuerda a su madre

El exchico reality, se sinceró sobre el momento en que se enteró de la enfermedad de su madre, la cual la llevó a la muerte.

“Fíjate que yo me enteré que mi mamá tenía cáncer cuando estaba en un reality… voy a la clínica y efectivamente le habían encontrado a mi mamá un elemento en un pulmón. Y la primera reacción de mi mamá fue querer fumar, y para mí eso fue un tremendo golpe, porque el pronóstico para mi mamá era malísimo y, en ese sentido, nunca dejé de tener rabia. Incluso con el diagnóstico, no lo dejó”, dijo.

“Yo a mi mamá la veo permanentemente. Tengo un hermano que también se fue, y los veo en Pirque (donde vive actualmente). Veo una rosa y sé que la plantó ella. Veo los árboles que son enormes, de 15 metros y los plantó ella, y son árboles que te entregan sombra, te entregan sonidos, le entregan vida a los pájaros. Creo que la gente que uno ama nunca se va… Y uno puede verla donde quiera. Pero tengo ese dolor de no haber estado tan cercano desde la parte emocional... me hubiera gustado haber sido más tolerante. A mí lo del cigarro me golpeó muy duro con respecto de esa incapacidad de no poder dejarlo”, cerró.

Temas relacionados
Publicidad