Nuevo testimonio de Hernán Calderón padre: "no vino a matarme"
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Durante el día lunes de esta semana Hernán Calderón pidió que se recalificara el delito de parricidio frustrado en contra de su hijo Nano por el de lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar.
El argumento del abogado fue su certeza "absoluta" de que su hijo Nano Calderón no quiso terminar con su vida aquella oportunidad en que usó un cuchillo para intimidarlo.
Hoy sale a la luz un nuevo testimonio de Hernán Calderón salinas en medio de la audiencia en la que se rechazó la solicitud de la defensa de Nano Calderón para modificar la medida de prisión preventiva por arresto domiciliario. El abogado sorprendió por sus dichos que fueron replicados en diversos medios, uno de ellos Las Últimas Noticias.
“Yo intervengo en doble calidad de víctima y querellante. En ese contexto, no he sido presionado ni estoy actuando en condición de padre”, afirmó Hernán Calderón haciendo posteriormente unas aclaraciones.
Sobre la amenaza que recibió con arma en mano, el padre de Kel Calderón expresó que su hijo “vivía hasta ese día en mi casa, él no vino con un arma que traía de afuera. Él entró a su caja de fondos que está en su dormitorio, toma esta arma, se dirige al baño, me apunta desde la puerta del baño. Me emplazó, y en ese momento que iba a disparar, dispara hacia el otro dormitorio, hacia un espejo del dormitorio principal”.
Sobre los hechos de aquel 11 de agosto, Hernán padre expresó que “fueron dos rasguños, no hubo una herida y mi mano derecha tiene una herida de absolutamente menor gravedad. Tengo todos mis dedos funcionando”.
“La hoja del corvo mide de 8 a 10 centímetros. Si mi hijo hubiera venido a cometer parricidio me habría hecho un corte en el cuerpo. Yo no tengo tanta ni en la cara, ni en el cuello, ni el cuerpo”, señaló agregando que “tengo la absoluta convicción de que el imputado, mi hijo, no vino a matarme”.
Hernán Calderón y su otra versión
Cabe mencionar que anteriormente el abogado tuvo otra declaración, en la que reveló que nada de lo ocurrido fue casual sino que más bien planificado.
“Los actos de ese día (11 de agosto) no tuvieron nunca un carácter casual, considero que fue absolutamente planificado y de no ser por la presencia de todos los que me salvaron la vida, no podría estar dirigiendo estas palabras”, dijo en esa oportunidad.