Revelan los motivos de por qué el hijo de Mane Swett se “opuso rotundamente” a vivir con la actriz
- Por: Francisco O'Nell
El testimonio de Santiago Bowe fue determinante a la hora de dar la resolución final sobre el caso judicial que enfrentó a Mane Swett y su ex pareja, el escritor John Bowe.
La jornada de este jueves 9 de mayo, Las Últimas Noticias, dio a conocer el triste fallo judicial que recibió Mane Swett en su intento por recuperar la tutela de su hijo, quien lleva más de un año viviendo con su padre, John Bowe, en Estados Unidos.
Según detalla la resolución dictaminado por un tribunal de New York, el menor podrá continuar su vida en EE.UU: “El tribunal niega la petición. Se ordena al secretario del tribunal que desestime todas las mociones pendientes y cierre este caso”, describe el texto de más de 100 páginas, que niega vía judicial la solicitud de la actriz chilena, quien deberá tomar la decisión si decide apelar.
Por qué el hijo de Mane Swett se negó a volver a Chile
De acuerdo a la versión de John Bowe, su hijo de 11 años, “se oponía a ser devuelto y que tenía edad y madurez suficientes para que sus opiniones y fueran tomadas en cuenta, que la vida del niño ya estaba bien asentada en los Estado Unidos y que enfrentaba un grave riesgo si era devuelto a Chile”.
Sin embargo, uno de lo puntos más determinantes para el juez a cargo del caso, fue el testimonio de Santiago: “Se opuso rotundamente a ser devuelto a Chile”, haciendo alusión a su vida en nuestro país, donde comentó sentirse “deprimido, triste y frustrado”, realidad que asegura cambió viviendo con su progenitor, “feliz, apoyado y comprendido”.
“La Corte determina que la infelicidad del niño en Chile tenía sus raíces en percepciones genuinas sobre las desventajas de su vida allí: soledad, pocos amigos, una relación materna emocionalmente distante, un padre físicamente distante, largos períodos al cuidado de niñeras y una escolarización poco inspirada”, indica parte del fallo.
Agregando, “la evidencia muestra abrumadoramente que hoy vive una vida predecible, cómoda y satisfactoria en New York, donde ha forjado conexiones significativas con familiares, amigos y una comunidad… ha construido una vida feliz e interesante en New York durante los últimos 16 meses. Está floreciendo social, académica y emocionalmente. Está motivado para aprender y se desafía activamente a sí mismo. En un período de tiempo relativamente corto, ha logrado un progreso académico significativamente: mejoró rápidamente sus calificaciones, perfecciones su inglés y descubrió interesas en el arte, el dibujo y los deportes”.