Natalie Portman se obligó a ser intelectual para salvarse del "terrorismo sexual"
Dramático testimonio de la actriz que inició muy joven en el cine remece a las mujeres del mundo.
Natalie Portman pudo haber expresado su feminidad, coquetería y sensualidad a través del vestuario, poses en cámara, maquillaje, lo que fuese.
Pero la intérprete prefirió privarse de todo eso y en cambio crecer como una mujer que no era: mojigata, nerd e intelectual.
¿La razón? "salvarse del terrorismo sexual". Su testimonio sincero y mundano remece el mundo entero. Ya no es una novedad que millones de mujeres hayan tenido que acallar sus deseos por manifestarse guapas, libres y femeninas a causa de la tergiversación del resto.
Natalie Portman comenzó en el cine a los 13 años de edad, momento en que cumplió un sueño, alcanzó la fama, pero el costo fue duro. La crítica habló de sus "incipientes pechos", un fan le escribió una carta en la que confesó que su fantasía sexual era violarla y una radio tenía una sección en la que contaban los años, días y horas que faltaban para que cumpliera los 18 años de edad, apelando a que en ese momento sería legal tener algo sexual con ella.
Si bien no se trató de un acoso directo, el hecho de haberla sexualizado por su belleza significó un trauma para la intérprete, quien creció convertida en una mujer que no era: mojigata, nerd e intelectual.
Así, Portman confesó su dolor, en la Marcha de las Mujeres, que se llevó a cabo en Los Angeles. “Entendí muy rápido, aunque tuviese 13 años, que si quería expresarme por mí misma estaría poco segura y los hombres se verían con el derecho a discutir y cosificar mi cuerpo, pese a no estar cómoda con ello”, reveló emocionada asegurando que escogió perfilarse “intelectual, mojigata, nerd y seria” .
“Con 13 años el mensaje de nuestra cultura fue claro: sentí la necesidad de tapar mi cuerpo, inhibir mis emociones y mi trabajo para enviar el mensaje al mundo de que era alguien que merecía respeto y seguridad. La respuesta a esa forma de ser, desde pequeños comentarios sobre mi cuerpo a frases mucho más amenazadoras, sirvieron para controlar mi comportamiento en un clima de terrorismo sexual”, agregó.
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