Antonia Giesen sobre “La Jauría”: “mi personaje es el discurso de una sociedad mundial”
La actriz representa a Blanca, una estudiante de 17 años que desaparece luego de participar en una protesta organizada por las alumnas de su colegio. Su caso expone una red de abuso contra la mujer.
Ya se estrenó la esperada serie de Fábula para Amazon Prime Video, “La Jauría” (ver AQUÍ), basada en la desaparición de Blanca (Antonia Giesen), una estudiante de 17 años de edad a la que se le pierde el rastro luego de liderar una manifestación junto a otras alumnas del colegio católico al cual pertenece.
El caso inicia una investigación policial que deja en exposición la existencia de un juego mortal en línea, que recluta hombres para cometer abuso contra distintas mujeres. El video de la agresión sexual de Blanca es clave y para dar con los responsables son tres las detectives especializadas en crímenes vinculados a la violencia de género las que se involucran en los hechos.
Conversamos con Antonia Giesen para conocer detalles sobre su llegada a “La Jauría”, lo que ocurre detrás de escena y sobre el trabajo actoral que le significó interpretar a una adolescente agredida, torturada y vulnerada.
¿Cómo llegaste a ser parte de “La Jauría”?
“Llegué a ser parte del elenco porque la directora de casting, Moira Müller, convocó a una serie de mujeres y de hombres para asistir a las primeras pruebas de cámara y bueno, fuimos varias que finalmente son parte del elenco, otras no. Y a todas, si no me equivoco, nos pasaron el guion para interpretar a la hermana de Blanca que es mi personaje. Todas creo que hicimos esa escena. Luego pasó el tiempo y a mi me llamaron para decirme que había quedado para hacer el personaje de Blanca, que es la hermana de esta chica, Celeste, quien también lleva el mando de esta búsqueda”.
¿Por qué decidiste el desafío de interpretar a Blanca?
“Acogí la invitación de interpretar a Blanca por varios motivos. Uno, porque era un proyecto grande, interesante, donde las figuras femeninas eran de mucho poder, de mucha fuerza. Las mujeres en algún punto llevábamos la historia y eso siempre es desafiante para un sistema que no suele estar conformado desde ese lugar. También acepté por la conjugación de géneros, no solo en la historia sino que en la dirección y en el equipo de guionistas, que también me parece muy honesta y muy leal al propio proyecto. Son dos directoras, dos directores. Dentro del grupo de guionistas también hay hombres y mujeres y eso lo hace un proyecto, en términos políticos e ideológicos, bastante más leal y coherente. También está como directora general Lucía Puenzo, de quien me gusta mucho su trabajo”.
¿Qué fue lo más difícil de darle vida a una adolescente que fue violada y abusada de esa forma?
“Fue desafiante de partida hacer de una chica de 17 años. Cuando uno ya no posee esa edad es verdad que uno tiene que hace memoria y vivir desde ese lugar subjetivo. Siempre en algún punto puede ser un poco pudoroso porque la juventud se caracteriza por eso, es más pulsional, es más arrebatada, uno tiene muchos ideales, muy pocos miedos, mucha convicción, mucho arrojo. Entonces al habitar ese espacio puede haber una especie de pudor o de salirse un poco de la zona de confort del control adulto. Suena desafiante porque, en segundo lugar, ocurre un hito sumamente fuerte que no me ha tocado vivir. Se me hizo súper fuerte ¿Cómo interpretar a un personaje que ha vivido algo sumamente fuerte y que en algún punto tengo ganas de hacerlo con responsabilidad y verosimilitud?, fue la gran pregunta que me hice”.
¿Cuál fue tu inspiración y orientación a la hora de representar a Blanca?
“No me inspiré en una persona en particular ni en una noticia. Pero si me metí a ver en distintos sitios relatos sobre chicas abusadas y recurrí a mis conocimientos estudiando psicología. Si bien me tocó retratar una situación grave en términos fisiológicos, yo tenía que estar moribunda. Hablamos a nivel de equipo “¿cómo está esta persona en este momento a equis horas de no comer?”, por ejemplo. Más que inspirarme en alguien, fue investigar sobre la evolución fisiológica, las repercusiones físicas post violación. Y con mis conocimientos de psicología para construir mi personaje, pensando en cómo queda una persona violada, torturada de esa manera”.
¿Cómo te preparaste para este rol?
“La verdad es que interpretar Blanca, donde además a todos nos tocaba actuar muy entre todos, para mi fue como pasarme de rosca. Yo gran parte de la serie estoy desaparecida, todo el mundo habla de mi con respecto a cómo yo era, en qué estaba, qué hacía, qué me gustaba, pero yo no tuve la oportunidad de estar grabando todo el tiempo con la gente para ir construyendo un personaje a partir de la evolución de la historia y a partir de las actuaciones con mis compañeros. Fue prepararme a partir de ponerme en la voluntad y en la actitud de que tenía que darlo todo y representar un hito específico en cada escena, más allá de algo evolutivo”.
¿Qué significa para ti representar a Blanca en medio de la lucha actual por erradicar el femicidio, maltrato y abuso contra la mujer?
“Es súper potente. Creo que mi personaje es el discurso de una sociedad mundial, es la fuente de descarga de muchos testimonios y así es cómo lo siento. Voy a decir una anécdota, un fenómeno que comenté con compañeros del elenco. La gente me ha comentado no solo para felicitarme, sino que además ha visto la necesidad de contarnos cosas. He recibido muchos testimonios diciéndome “yo fui abusada hace dos años”, “las veo a ustedes y siento más ganas de luchar” o me dicen “algo de calma me ha traído este proyecto, algo de compañerismo y no de soledad”. Ha sido súper bonito y he sentido la necesidad de responder a esos mensajes. Me parece que hoy en día representar a Blanca y poner en tela de juicio y sobre la mesa las temáticas sobre el abuso de poder y contra la mujer es un espacio ideológicamente súper importante. Creo que el hecho de que Fábula y Amazon hayan optado por esta historia es jugado y necesario”.
¿Por qué hay que ver La Jauría?
“Creo que es importante ver “La Jauría” uno, porque retrata temáticas que son mundiales, las del abuso de poder, movimiento feminista, el bullying a través de la masificación de imagen, etcétera. En el fondo son temáticas que ya las hemos escuchado mucho, sin embargo retratarlo en una historia, con el elenco que somos, con una gran productora y en una plataforma que es masiva como Amazon, es poner sobre la mesa esas temáticas y no mostrarlas como si fuesen un discurso no oficial. Estas discusiones siempre quedan en el lugar de lo informal y no desde los poderes cuestionando las cosas. Entonces una vez que temáticas como estas son habladas en espacios oficiales como estos, es reconocer estas realidades existentes. Una cosa es hablarlas, otra cosa es leerlas y otra cosa muy distinta es ver estas cosas. La gracia de la ficción es que es algo que a veces no entra por el entendimiento, sino que entra a través de lo sensitivo, por ende ingresa al código de lo corporal que para mi es un gran aprendiz sobre la experiencia”.
Entrevista: Camila Campos.
Fotos: Óscar Andreé
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