“De dolor ya no dormía”: Cecilia Bolocco terminó dos veces en urgencia
La exMiss Universo sufrió dos imprevistos de salud .
En su más reciente live de Instagram Cecilia Bolocco contó que sufrió un accidente doméstico por el que terminó en urgencia.
No han sido días fáciles para la exMiss Universo, quien en menos de una semana terminó en dos ocasiones en una clínica. Primero por un problema en un ojo y luego por un brutal corte de un dedo tras sufrir un accidente casero.
Cecilia Bolocco terminó en urgencia dos veces
“Me convertí en un orzuelo llamado Cecilia, porque se convirtió en una cosa que se apoderó de mí. Fui como tres veces al doctor, fui hasta a urgencias, a todas partes para que me ayudaran con ese orzuelo que tenía, que era una cosa espantosa, y todos me decían que no podían hacer nada, que había que esperar que se deshinche solo", revelando que no pudo grabar un comercial promocionando su nuevo perfume.
“Fui al doctor de nuevo y le dije: ‘Usted me lo tiene que sacar, porque si no, yo no puedo seguir viviendo’, del dolor ya no dormía. Me operaron y me pusieron unos puntos en el ojo, me partieron (...) Entonces, me operaron y me volví a la casa con un parche, el día miércoles antes de la semana santa”, agregó Cecilia Bolocco en su live.
Al respecto, reveló que tras aquel episodio decidió viajar con su marido e hijo a Uruguay para pasar la Semana Santa. Fue en medio de ese viaje que tomó una mala decisión; se sacó el parche que cubría su ojo recién intervenido, percatándose de que tenía peor. A punta de aloe vera se recuperó.
Pero esto no fue todo, ya que también sufrió un accidente doméstico
“Surgió un nuevo problema, me corté el dedo. Me corté muy mal (...) me miro y le dije a Pepito: ‘Mi amor, me voy a tener que ir a urgencias’. Partí a buscar mi cartera a la pieza, porque estábamos comiendo en la cocina, él salió corriendo detrás mío, me llevó. Volvimos con tres puntos, pero bueno, ya estoy casi bien, lo único malo es que me quedó con electricidad (el dedo)”, contó Bolocco.
Para finalizar, reveló que “estuve todo el fin de semana tan angustiada porque dije: ‘Dios mío, capaz que me corté un nervio’. Me empezó a doler mucho cuando hacía la intención de que iba a agarrar algo, el dedo me hacía un tirón”.
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