Kike Acuña reconoce fanatismo por hacerse retoques faciales
El ex futbolista contó que le gusta ponerse bótox.
Fue sumamente honesto. Kike Acuña reconoció su fanatismo por ponerse bótox en la cara. En conversación con el diario “Las últimas noticias”, el deportista reveló que hace 21 años que se hace retoques faciales para aliviar las líneas de expresión y sentirse más bonito. “Soy muy vanidoso…Me gusta verme bien para mi esposa”, afirmó.
En concreto, el entrenador –que estuvo a cargo del equipo de tercera división Santiago City hasta junio pasado- se puso bótox por primera vez a los 24 años de edad (ahora tiene 45). “La primera vez todo bien, pero la segunda no me gustó mucho porque me quedó una ceja levantada y parecía gato…Me quedó súper extraño y le agarré mucho respeto”, indicó.
A raíz de esa experiencia que no fue de las mejores, Kike Acuña estuvo años alejado de ese tipo de tratamientos. En 2020 se inyectó ácido hialurónico y recientemente se sometió a una rinomodelación para que la nariz se le viera más derecha. A estos retoques se suman otros procedimientos que no detalló en la entrevista.
“Es como cortarse el pelo, para la gente que tiene pelo, es refrescar mi aspecto y verme bien, en la medida que se pueda”, expresó Acuña, quien destacó que “me he hecho varios tratamientos y asumo que cada vez me gusta más. Ahora en 15 días más tengo que hacerme un retoque y quedar 100 puntos”.
El ex de Roxana Muñoz detalló su fanatismo. “Reconozco que verme bien es medio adictivo porque me encantan los resultados porque, además, no me opero ni sufro dolores. Me veo bien en una hora. Y sí, es adictivo. Pero me pasa sólo con esta doctora (Renata Barra). De hecho, me tapó unas ojeras y quedaron a la pinta”, recalcó.
El drama de Kike Acuña
De esta manera, la ex figura del fútbol regresa a la noticia luego de ser tema a fines del 2022 por un drama familiar. Durante su participación en el programa “Podemos Hablar”, el ex chico reality se sinceró sobre la distancia que ha tenido con su hijo mayor Lucas, de ahora 20 años y con el cual hace una década que no tiene un contacto.
“Difícil, es súper complicado, el último recuerdo que tiene es de un carrete que hice en la casa. Entonces, perdí contacto absoluto con él, son mas de 10 año que no lo veo”, reveló en el espacio nocturno. “La última vez que pude conversar con su madre fue para darle permiso para salir del país, y la respuesta fue tajante: ‘él no te quiere ver’”, aseguró entonces.
Asimismo, Kike Acuña explicó que esto pasó antes de su rehabilitación por sus problemas con el alcohol, y que, debido a sus excesos, su hijo recibía bullying en su entorno. “Se quiso cambiar el apellido por el bullying, producto de mis apariciones por malas condiciones en la televisión”, consignó en pantalla.
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