Nicolás Saavedra revela que le quisieron comprar a Mónica Godoy
El hecho ocurrió cuando se encontraban de viaje en Marruecos.
Impactante. Nicolás Saavedra y Mónica Godoy son una de las parejas más estables del mundo actoral nacional, llevan más de 20 años de relación y han formado una linda familia en compañía de sus dos hijas.
La pareja será parte del programa "La Divina Comida", momento en que el actor reveló una angustiante situación que vivieron en un viaje que hicieron a la ciudad de Marruecos hace algunos años.
"Cuando llegamos a Marruecos fuimos a unas playitas que había, creo que Arcila, y de repente llegaron unos tipos en unos camellos, con unos turbantes, túnicas y toda la onda", comenzó contando el actor.
Siguiendo con la historia Nicolás contó que los hombres los invitaron a una fiesta, a lo que ellos accedieron y fueron, sin embargo, las cosas se complicaron. "Ellos tenían un fogón enorme y saltaban por encima, una cosa bien impactante", contó.
En dicha fiesta los hombres se pasaron de copas y "de repente le hicieron así (mirándola fijamente)", aseguró Nicolás. "Me daban 1.500 camellos por la Mónica", reveló, impactando con la confesión, en dicho momento decidieron irse de la fiesta.
"Parece divertida la historia, pero fue muy violento, y yo hace rato encontraba que se estaba enrareciendo el ambiente, que era mejor que nos fuéramos", dijo.
Mónica Godoy en la playa
En abril pasado, la actriz habló de su decisión de instalarse en la playa producto de la pandemia del Covid 19. “Fue una decisión familiar, muy pensada, que se basó en lo más importante que son nuestras hijas”, explicó, recalcando que “lo hicimos por Ema y Leonor, que lo pasaron mal con la cuarentena del año pasado”.
Mónica Godoy contó en el diario "Las últimas noticias" que “para las niñas fue duro. Se estresaron mucho. Vimos que la cosa iba para donde mismo este año y mejor replantearse el lugar donde pasar la cuarentena…Fue una decisión de salud mental porque para ella fue duro. Para los niños de su edad es súper nocivo estar encerrados así, no poder socializar con sus pares”.
“Teníamos la posibilidad de venirnos a una casa que tenemos en la playa, no vinimos a capear la cuarentena, sino por salud mental de mis hijas. De hecho, tuvimos que presentar a la junta de vecinos del balneario el informe de la psicóloga, entre otros papeles. No podíamos volver a estar en la misma situación del año pasado y he notado los cambios en ellas”, comentó.
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