Cuatro maneras para aprender a soltar
- Por: Constanza Khamis
Soltar o dejar ir es quizás la frase más típica que escuchamos cuando estamos atrapados en un sentimiento o idea que nos causa dolor. Y es en general pronunciado con mucha liviandad, como si fuera un acto involuntario.. pero no lo es.
Soltar es un gran trabajo y requiere de todo nuestro empeño.. soltar para dejar espacio a tiempos nuevos.. a una experiencia nueva.
1. Reconocer que no tenemos control sobre esa situación: Muchas veces nuestra mayor sensación sobre el tema es la impotencia que nos genera el no poder hacer nada.. nada para que nos vuelvan a amar, nada por qué las cosas sean como queríamos o soñábamos. Asumir qué hay situaciones en la que no somos nosotros los que controlamos las desiciones del otro, nos entrega ese gran valor que es la humildad frente a esta existencia. Es decirnos a nosotros mismos. Esto no depende de mí y comenzar el proceso de la aceptación.
2. Aceptar: Una vez que vamos de a poco comprendiendo el punto anterior podemos llegar al estado de la aceptación. Este estado no está relacionado a comprender los porque.. por qué me dejo de amar? Por qué no se la jugó? Por qué no quería lo mismo que yo? Este estado consiste en, aún cuando no comprendemos por qué sucede lo que estamos viviendo, aceptamos que es nuestra realidad en ese minuto y que tenemos que aprender a convivir con ella.
3. Mantenerse en el tiempo presente: Es uno de los caminos más difíciles de recorrer, es un estado de conciencia elevado, sin embargo todos tenemos las mismas herramientas para llevar a cabo esta misión. Estar aquí y ahora nos ayuda a desprendernos del pasado. A creer que fue fue mejor que lo que tenemos hoy en el presente. Nos obliga a mirar, a mirar el hoy y sus sorpresas, sus regalos y su afán… cada día con su afán.
4. Recibir: Cada día es un regalo nuevo, una nueva oportunidad para vivir de otra manera. Si no soltamos lo anterior no podemos recibir nada. Si tenemos las manos ocupadas no podemos tomar lo que nos están regalando y ese regalo sin ninguna duda es lo que realmente necesitamos HOY, para lo que nos toca aprender y desarrollar de nosotros mismos.
Soltar es entregarle a nuestra existencia una confianza absoluta, es decirle, yo confío en lo que sucede por qué confío en mi misma. Confío en que podré estar entera aún cuando ya no este aferrada a lo que yo creía que necesitaba o le había feliz. Volverá a suceder, volveré a ser feliz y a sentirme completa.
Es solo Cuestión de Tiempo.